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Esta tarde

Martín Guzmán dimitió a su cargo como ministro de Economía mientras Cristina Kirchner daba su discurso en Ensenada

El saliente difundió él mismo a través de la red social Twitter su carta de renuncia. La caída del funcionario era una de las más reclamadas por el sector del Kirchnerismo.

02 Julio de 2022 18.09

"Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina", cita la misiva dirigida al presidente, Alberto Fernández donde el ministro de Economía, Martín Guzmán, presenta su renuncia. La carta fue difundida a través de sus redes sociales.

Mediante un posteo en la red social Twitter, Martín Guzmán compartía su carta de renuncia dirigida al presidente Fernández, mientras Cristina Kirchner realizaba un duro discurso en Ensenada que apuntaba otra vez contra los conceptos y acciones del presidente de la Nación, Alberto Fernández.

En medio de las internas del Frente de Todos (FdT), Guzmán dimitió cumpliendo el deseo del kirchnerismo que venía reclamando la caída del funcionario.

“Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana” dijo Guzmán.

La misiva que difundió el mismo, incluso antes de que circulara por los canales oficiales de comunicación, es un extenso texto de siete carillas donde Guzmán recuerda su gestión desde el 10 de diciembre de 2019 hasta este 2 de julio de 2022, señala que “desde el día en que los argentinos y las argentinas percibimos que usted podía llegar a ser el Presidente de la Nación, busqué ser su ministro de Economía” y caracteriza aquel momento como “tiempos muy difíciles” en los que -dice- “sentía que mi responsabilidad con la Patria, con mi pueblo y con mi familia era aportar a la construcción de una salida a la crisis económica que vivía el país”.

Además, en su texto Guzmán reconoce frustración respecto al rol y destacó sostener que las medidas de su gestión respondían a “tranquilizar la economía”. 

“La primera vez que le hablé a la Argentina como ministro de Economía de la Nación, conté que nuestro objetivo era tranquilizar la economía. Puede que a varios ese concepto no les genere demasiado entusiasmo, pero a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica”, señala.

En este sentido, destaca que para lograr el objetivo propuesto “Una condición necesaria (...) era resolver el problema de las deudas externas insostenibles, que agobiaban tanto al Estado como a la Argentina toda. Ése era un punto de partida. Una condición necesaria, no suficiente, para sacar al país del sendero recesivo con destrucción de puestos de trabajo y de empresas por el que venía transitando, y retomar una senda de progreso económico y social”.

Y señaló: "Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante. Eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas".

Desde el inicio de su gestión, Martín Guzmán se enfocó principalmente en el peso de la deuda externa argentina y renegoció con los bonistas y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien el país mantenía una negociación abierta por los u$s44.000 millones que contrajo la administración de Mauricio Macri. Y de hecho, tenía previsto viajar este lunes a negociar la deuda con el Club de París.

Superada esa primera etapa, que fue atravesada por la pandemia de Covid-19 primero y a la que luego se le sumaron los desajustes en la economía mundial con las políticas de reactivación económica y la guerra en Ucrania, Martín Guzmán enfocó la mira en la deuda local y el manejo de la inflación y las variables financieras. Pero mientras tanto, debió enfrentar las críticas del kirchnerismo por el recorte en el gasto público. 

En las últimas semanas, Martín Guzmán había sido duramente presionado por el sector kirchnerista del gobierno nacional, sumándose a ello la presión ejercida por los mercados. En este sentido, la caída del funcionario era muy reclamada por el círculo de Cristina Kirchner quien denunció, apuntando contra la cartera a cargo de Guzmán, en un discurso, un “festival de importaciones”. Uno de los puntos más conflictivos que enfrentó al sector del presidente con el kirchnerismo fue la política energética, donde los funcionarios del área responden a la vicepresidenta.

Cabe recordar además que Economía y el Banco Central de la Nación instauraron el lunes una especie de supercepo a las importaciones que exacerbó la presión sobre el dólar y generó un riesgo país por encima de los 2.400 puntos básicos prendiendo una alarma de posible default. 

La medida permitió que el Banco Central se haga de más 1.000 millones de dólares en pocas jornadas, dando por cumplidas las metas del segundo trimestre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.