A mediados de agosto, María Carmen Cisnero Reboledo, la ex empleada de Wanda Nara, denunció a la mediática y a Mauro Icardi por los delitos de “trata de persona y reducción a la servidumbre”. La causa avanzó y la fiscalía realizó la imputación de la pareja en el Tribunal Correccional y Criminal N° 10 de Comodoro Py.
En medio del escándalo que generó esta acusación, Cisnero Reboledo le dio una entrevista telefónica a LAM (América) y recordó el calvario que vivió. Allí se quebró al contar lo mal que la está pasando después de que su caso se volviera público. “No quiero que me nombren más. Me da vergüenza salir a la calle”, aseguró entre lágrimas.
La exempleada de Wanda Nara admitió que mintió y pidió asilo político
Carmen aseguró que Wanda y Mauro no la tenían blanqueada y que nunca tuvo un permiso de trabajo. Luego se refirió a la carta que supuestamente escribió antes de abandonar Italia, donde negaba las acusaciones contra la empresaria mediática, y señaló: “La doña se sentó en el aeropuerto a escribir y me dijo 'firmá acá' y yo firmé. Después salió diciendo que lo había escrito yo”.
Además, sostuvo que previo a su salida de Italia, Nora Colosimo le pidió su celular para eliminar audios y chats: “Dijo que yo había filtrado los audios y no fui yo. Eso lo hizo ella”.
Al regresar al estudio, Yanina Latorre explicó que la denuncia a la servidumbre tiene que ver porque Carmen no fue con un contrato de trabajo. “¿Qué hizo Wanda? Que es lo que ella tiene en el teléfono y Norita le quería borrar... La mandó al consulado a pedir asilo político. (...) El problema es que como la rotaban, no la subían nunca a un avión y la mandaban en los micros noctámbulamente como para que no salte”, detalló la angelita.
Carmen, la exempleada de Wanda Nara, relató su salida de Italia: “No veía la hora de irme”
Carmen aseguró que después de que su caso tomara trascendencia pública, el clima con la familia se puso muy tenso y los días no se le pasaban más: “A lo último la cosa había cambiado un montón. No veía la hora de irme. Se me hizo eterno”.
Además, recordó la charla que tuvo con Sol, la mujer de la agencia que supuestamente gestionó su regreso al país, y aseguró que fue una trampa, ya que Nora le sacó el pasaje.
A modo de cierre, señaló que la acusaron de cobrar por hablar en los medios, ella lo desmintió rotundamente. “Juro por mi padre que no quiero que me nombren más”, expresó y, con la voz quebrada, confesó que siente “vergüenza salir a la calle”. “Siento que me siguen, me miran”, concluyó entre lágrimas.
