Un arquitecto de 59 años, identificado como Rex, fue detenido apuntado como el principal sospechoso de unos asesinatos en serie que se cometieron con similares características a lo largo de la costa sur de Long Island, en el estado de Nueva York, Estados Unidos.

 El hombre vivía en Messapequa Park y su arresto es un punto crucial en la investigación por los crímenes ocurridos durante más de una década.

Rex Heuermann fue arrestado el jueves por la noche acusado de ser el autor material de al menos tres de lo que, en su momento, se denominaron “los asesinatos de Gilgo Beach”.

La mayoría de las víctimas eran jóvenes trabajadoras sexuales que fueron descuartizadas y arrojadas dentro de bolsas de arpillera. La escalofriante tanda de asesinatos llegó incluso a la pantalla de Netflix con la película “Lost Girls” (Chicas Perdidas) en 2020.

Tras una década de desconciertos y la frustración de los familiares de las víctimas, se creó un grupo de investigadores y la policía estatal que dedicaron tiempo completo de sus vidas para poder resolverlo.

Rex A. Heuermann es el supuesto asesino en serie (Foto: Reuters)

Una camioneta fue la principal pista que los condujo a la vinculación de los hechos con el arquitecto. El vehículo había estado cerca de la casa de una de las víctimas y rastreos de conversaciones telefónicas desde un celular siempre dentro del mismo radio donde se hallaron a las víctimas.

Si bien Heuermann aseguró que es inocente, la policía cree que se trata de un perfil de depredador y psicópata que, durante algunos años mantuvo una doble vida: la de exitoso y adinerado profesional dueño de una empresa de arquitectura que, cuando su esposa salía de la ciudad, concretaba encuentros con trabajadoras sexuales a las que, luego, terminaba asesinado y mutilando.

La historia comienza en mayo de 2010, la policía fue alertada por la desaparición de Shannan Gilbert, una joven de 24 años que ejercía la prostitución, la última vez que había sido vista fue cuando salía de la casa de un cliente en la localidad de Oak Beach.

Recién en diciembre, cuando un agente de policía y su perro intentaban dar con Gilbert, encontraron los restos de una mujer en un saco de arpillera. Se amplió el rastrillaje, los efectivos y los perros dedicados a esa labor y en tan sólo unos días se encontraron con tres cuerpos de mujeres más.

Para comienzos de abril de 2011, la cifra de mujeres asesinadas bajo modalidades parecidas y en la misma zona se elevó a ocho. Los investigadores ampliaron aún más el lugar de trabajo e incluso comenzaron a ofrecer recompensas por 25 mil dólares para quienes pudieran aportar cualquier dato sobre el caso.

Hasta el momento, sólo se pudo identificar los cuerpos de Maureen Brainard-Barnes (25 años), Melissa Barthélemy (24 años), Megan Waterman (22 años) y Amber Lynn Costello (27 años). Las cuatro eran prostitutas que fueron estranguladas y sus cuerpos envueltos en una bolsa de arpillera y arrojados lo largo de la playa de Gilgo.

Jessica Taylor (20 años) y Valerie Mack (24 años) fueron descubiertas muertas en la primera mitad del 2011. A su vez, otras cuatro personas no lograron ser identificadas.

Por otra parte, continúa siendo materia de investigación la desaparición y asesinato de otras seis mujeres que ejercían de trabajadoras sexuales y que pueden ser presuntas víctimas de Rex.