Un brutal asesinato conmovió a la ciudad de Río de Janeiro este jueves a la madrugada: un grupo de sicarios atacó a cuatro médicos que estaban cenando en un bar de una playa de Barra de Tijuca. Tres de ellos murieron y el crimen quedó registrado por unas cámaras de seguridad.

En la madrugada del viernes, la Policía brasilera encontró los cuerpos de los cuatro sospechosos que supuestamente eran traficantes. Una de las teorías que se tenía en cuenta era que los agresores, al momento del acribillamiento, se habrían confundido por los “objetivos” verdaderos.

Según informó la Policía Civil de Río de Janeiro, los agentes hallaron los cadáveres al interior de dos autos que se encontraban en diferentes puntos de la ciudad. Dicha noticia confirmaría la hipótesis del “error” de los criminales, la guerra entre bandas narcos y la “confusión” con el asesinato de los médicos.

Uno de los fallecidos fue identificado como Philip Motta Pereira, apodado como “Lesk”, sospechoso de haber iniciado un enfrentamiento entre narcotraficantes y agrupaciones paramilitares. De acuerdo al medio O Globo, estaba implicado en varios casos judiciales y se encontraba prófugo de las autoridades desde el 2019.

Además de “Lesk”, la prensa local también identificó a otro de los asesinos como Ryan Soares de Almeida. Los agentes policiales suponen que los cuatro fueron asesinados por su propio grupo debido al error que cometieron y para evitar el hostigamiento de las fuerzas policiales que buscan investigar los hechos.

Ahora, la principal hipótesis que sigue la policía es que el ortopedista Perseu Ribeiro Almeida, uno de los médicos asesinados, tiene un significante parecido físico con Taillon de Alcántara Pereira Barbosa, integrante de una agrupación de crimen organizado. De ahí que los sicarios se hayan “confundido”.

Así fue el triple crimen de los médicos en Río de Janeiro

Según se puede ver en un video, tres hombres vestidos de negro bajaron de un auto blanco en la Avenida Lúcio Costa minutos antes de la 1 de este jueves y descargaron sus armas sobre los comensales que cenaban tranquilamente en una mesa ubicada en la vereda. Testigos reportaron haber escuchado al menos 20 tiros. Uno de los asesinos incluso volvió a disparar contra uno de los médicos que intentaba refugiarse detrás del local.

Las imágenes muestran también a otros dos clientes que huyen para ponerse a salvo.

“No hubo conversación, simplemente llegaron y dispararon. Todo ocurrió muy, muy rápido. En cuestión de 30 segundos ya había pasado todo. Fue simplemente una ejecución”, dijo un testigo al sitio g1.

Tras el crimen, “la zona fue aislada y el lugar preservado para los trabajos forenses por parte del Departamento de Homicidios”, apuntó la Policía.