El expresidente peruano Pedro Castillo habló por primera vez en público desde que fue destituido el miércoles pasado y denunció un "plan maquiavélico" en su contra. Lo hizo este sábado, horas después de que el nuevo gabinete asumiera en medio de un clima de protestas y represión que dejó por lo menos 20 heridos.
El congresista Guillermo Bermejo Rojas difundió a través de su cuenta de Twitter una carta de puño y letra que el propio Castillo le entregó desde la cárcel, donde permanecerá detenido hasta el martes. Allí acusó a la Fiscalía, al Congreso y a la actual presidenta Dina Boluarte de complotar contra él.
"En la tarde de ayer (por el viernes) un grupo de médicos camuflados y una fiscal sin rostro me obligaron a sacarme una muestra (de sangre) sin mi consentimiento. Igualmente, el día de hoy, volvieron con lo mismo por haberme negado, por seguridad y mi integridad", sostuvo el expresidente.
"No descarto que este plan maquiavélico esté dirigido por la señora Fiscal de la Nación, el Presidente del Congreso y la señora Dina Boluarte", denunció Castillo.
El viernes un equipo de médicos legales lo visitó en la cárcel para tomarle una muestra de sangre y realizarle exámenes toxicológicos. El objetivo es determinar si el expresidente se encontraba bajo los efectos de alguna sustancia cuando pronunció el discurso por el que disolvió el Parlamento y estableció el estado de excepción.
El propio Bermejo Rojas sugirió que Castillo "no se encontraba en sus facultades" y pidió las pruebas para saber si había sido un movimiento "inducido". Sin embargo, el expresidente se negó.
Castillo fue detenido por su propia escolta mientras se dirigía a la embajada de México a solicitar asilo y fue puesto el jueves en prisión preventiva por siete días. La Fiscalía lo acusa de rebelión y, de ser hallado culpable, enfrentaría entre 10 y 20 años de prisión.
Nueva protesta en Perú deja al menos 20 heridos
Este sábado un grupo de manifestantes atacó a piedrazos una Fiscalía y se enfrentó con la Policía en la ciudad de Andahuaylas, en la región Apurímac, al sur de Perú. Entre el grupo, que exigía nuevas elecciones tras la destitución del expresidente Pedro Castillo, hubo al menos 20 heridos.
Los manifestantes usaron hondas y piedras para atacar el local de la Fiscalía de la ciudad, mientras que la policía repelió el ataque con gases lacrimógenos, informó la Defensoría del Pueblo. De la región de Apurímac es oriunda la nueva presidenta peruana, Dina Boluarte.
"Estamos protestando porque tienen a nuestro presidente secuestrado, queremos su libertad. Esta señora es una usurpadora, está ocupando el lugar del presidente Castillo, por ambición lo traicionó", sostuvieron los manifestantes.
