Separatistas rusoparlantes afirmaron hoy que controlan la mayor parte de una región del este de Ucrania cuya conquista fue declarada por Rusia como principal objetivo de la próxima fase de la invasión al país vecino.
La semana pasada, Moscú anunció haber completado la primera etapa de su ofensiva en Ucrania y dijo que ahora se enfocaría en la "liberación" del Donbass, una región industrial fronteriza con Rusia en la que la mayoría de la población habla ruso.
Más de 14.000 personas han muerto en combates y bombardeos en el Donbass desde 2014, cuando milicias separatistas se alzaron en armas contra el Gobierno ucraniano en las dos provincias que integran la región, Lugansk y Dontesk.
Poco antes de invadir a Ucrania, el 24 de febrero, Rusia reconoció la independencia de las "repúblicas populares" que los separatistas proclamaron en ambas provincias. Las milicias que las controlan ahora pelean junto a las tropas invasoras rusas contra las ucranianas.
Hoy, líderes de ambas provincias separatistas dijeron que controlan casi toda Lugansk y más de la mitad de Donetsk, cuando antes de la invasión solo dominaban solo una tercer parte de cada una.
"Para la mañana del 31 de marzo de 2022, más de 90% del territorio de la República Popular de Lugansk ha sido liberado", aseguró en Telegram la delegación de relaciones exteriores de los separatistas de Lugansk, informó la agencia de noticias AFP.
A su vez, el líder de los separatistas de Donetsk, Denis Pushilin, dijo anoche a la agencia de noticias rusa TASS que "de 55% a 60%" del territorio de esa región estaba bajo control ruso.
En la zona de Donetsk, las fuerzas rusas rodearon la ciudad portuaria de Mariupol, donde permanecen civiles desesperados por la falta de alimento, agua y medicina.
