Rusia juzgó este lunes que el plan propuesto la semana pasada por China para resolver el conflicto en Ucrania "merecía la atención", pero que las condiciones necesarias para una solución "pacífica" no están reunidas "por ahora".

El viernes, justo un año después del inicio de la ofensiva rusa, China publicó un documento de 12 puntos en el que llama a Moscú y Kiev a negociaciones de paz.

Habrá un “apocalipsis”

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, advirtió a Occidente de que continuar armando a Ucrania llevará a un apocalipsis.

"Nuestros enemigos hacen precisamente eso (armar a Ucrania) sin comprender que sus objetivos conducen a un fiasco total, al fracaso, a que todos pierdan, a un apocalipsis", escribió Medvedev, quien fue presidente de Rusia entre 2008 y 2012, en un artículo publicado este lunes en el periódico Izvestia.

Allí, agregó que "habrá que olvidarse de la anterior vida durante siglos, hasta que los humeantes escombros dejen de emitir radiación". Y señaló que en Occidente persiste la "ilusión febril de que después de acabar sin un solo tiro con la Unión Soviética podrán sin grandes problemas enterrar a la Rusia de hoy". Según el exmandatario, se trata de un "error extremadamente peligroso".

Irán apoya el plan chino para lograr la paz en Ucrania

Irán apoya la propuesta de paz de China para hallar una salida negociada a la guerra en Ucrania, en la que Pekín enfatizó el "diálogo y las negociaciones", y que fue recibida con escepticismo por Occidente.

“Irán considera que los elementos reflejados en este documento son suficientes para comenzar negociaciones para hallar un marco operativo para el fin de las actividades militares en Ucrania”, indicó anoche el Ministerio de Exteriores iraní.

La diplomacia del país persa también subrayó la necesidad de poner fin a las “medidas unilaterales”, en referencia a las sanciones que sufre Moscú por la invasión y el propio Teherán por la entrega de drones a Rusia para su uso en el conflicto. Teherán además mostró su disposición a “contribuir a una resolución pacífica de la crisis”, en un comunicado en el que solo nombró a Rusia una vez.