El 24 de enero tendrá lugar en Buenos Aires la VII Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, el organismo regional que promueve la integración de 33 países latinoamericanos y caribeños. En este marco, la posibilidad de que Nicolás Maduro viaje a la Argentina se agigantó la semana pasada, con la llegada a Buenos Aires de seis enviados del régimen chavista.
Bajo un gran hermetismo, un avión de la empresa estatal venezolana Conviasa (Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A) dejó en Ezeiza a una delegación compuesta por personal diplomático, de seguridad y de inteligencia.
El Embraer Lineage 1000 (sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos) estuvo poco más de dos horas en suelo argentino. Los miembros del gobierno chavista debieron pasar por Aduana y Migraciones. En esta última son revisados los antecedentes y todos sus papeles estaban en regla, según pudo saber.
El objetivo de su presencia es pulir todos los detalles de la eventual visita de Maduro. El protocolo de seguridad incluye revisar el lugar del evento, coordinar los traslados en auto, analizar las rutas posibles por donde se moverá y mantener bajo extrema reserva el lugar donde se hospedará el mandatario chavista.
Aunque recién se sabrá 24 horas antes si finalmente Maduro viajará o no a Buenos Aires, en el Gobierno confían en que esto ocurra y, por eso, ya trabajan en los puntos que se tratarán en la posible reunión bilateral que mantendrán Alberto Fernández y Maduro, donde además de temas comerciales, se espera que el chavista le reclame personalmente al argentino la devolución del avión venezolano-iraní retenido en nuestro país por posibles vínculos con el terrorismo internacional.
La Cumbre
La Cumbre de la CELAC se desarrollará en el hotel Sheraton de Retiro. Los jefes de Estado estarán arribando al país entre el 22 y el 23 de enero. El propio presidente Alberto Fernández invitó formalmente al mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, a participar. Lo mismo hizo con el presidente chino Xi Jinping. Hasta el momento ninguno confirmó su presencia.
México, Perú y Costa Rica ya anunciaron que mandarán a sus cancilleres. Nicaragua también, por lo que quedó completamente descartada la participación en el evento del dictador nicaragüense Daniel Ortega.
En cambio, sí vendrá el presidente de Brasil, Lula da Silva, y se espera que solicite el reingreso en el bloque, después de que su país lo abandonara en 2020, bajo el mandato de Jair Bolsonaro, quien consideraba que “daba protagonismo a regímenes totalitarios”.
Según detallaron desde Cancillería, será una ocasión para “celebrar juntos los logros obtenidos” y “brindará una nueva oportunidad para dialogar sobre oportunidades y desafíos que presenta el contexto internacional”.
En este encuentro Argentina concluirá su presidencia pro tempore.
