Todo el barrio Ceferino Namuncurá, en Santa Fe, está ansioso por el próximo domingo 20 de agosto, donde finalmente inaugurará el nuevo espacio que Rubén Belén y su familia estuvo remodelando ya hace tiempo. La idea de ellos fue transformar un lugar abandonado en una plaza para que los nenes del barrio, de más bajos recursos, tengan donde ir a pasar un buen momento.

Para darle un cierre al hermoso y arduo trabajo que Rubén y su familia estuvieron llevando adelante, no tuvieron mejor idea que festejar el próximo Día de la Niñez allí. Como le contó al medio local, Uno Santa Fe, él y su familia “se hicieron cargo de todo”. A pesar de que les costó mucho, ya que “todo salió de sus bolsillos” están muy contentos y entusiasmados con lo que lograron.

“Hace dos meses venimos organizando el festejo, comprando panchos, juguetes, golosinas, un pelotero. Ya tenemos todo”, contó emocionado con esta nueva oportunidad que le van a dar al predio que había quedado abandonado en J. Mantovani y Hermano J. Figueroa, en el barrio Ceferino Namucurá, que pertenecía a trenes.

De esta forma, Rubén contó todo el trabajo que les llevó transformarlo en una plaza para los más chicos, todo sustentado de “su bolsillo”: “Esto fue sin ayuda de nadie, de ningún político. Es un sacrificio de la familia”, remarcó. “Metimos juegos, iluminación, bancos que hicimos, recolectamos la basura y cortamos el césped”, contó.

La idea de Rubén y su familia es darle un lugar para jugar a los chicos: “La mayoría lo necesita”, explicó que mientras cortaban el pasto de la plaza o hacían algún arreglo, varios nenes se les acercaban y ellos siempre intentaban darles algo para comer: “Les damos una factura, un bizcocho o una gaseosa, siempre estamos. Se llena de criaturas, es impresionante cómo cambio el espacio, de un lugar abonado a una plaza”.

Rubén y su familia están muy emocionados por el primer Día de la Niñez que podrá celebrarse en esta plaza. “Acá en la zona, en los alrededores, no hay un lugar así. Porque donde pusieron algún juego o algo se lo robaron o lo rompieron”, contó y aseguró que quiere seguir mejorando el lugar.

“Siempre digo que primero hay que aprender a dar y después a recibir, porque uno recibe mucha alegría, pero en el corazón. Es impresionante cómo se llena esto, antes no venía nadie, estaba desolado, abandonado. Estamos muy contentos y felices de hacer esto”, manifestó al medio local Uno Santa Fe con mucha expectativa.