Con la suba de tarifas que se aproxima, los estafadores encontraron una nueva excusa para engañar a las personas que intentan reducir sus gastos a través del consumo de energía. Se trata de un producto conocido como “corrector de potencia”, pero no sirve para ese fin.
Estos artefactos se venden en las tiendas virtuales como Market Place y Mercado Libre y sus precios oscilan entre los $4000 hasta $10.000. ¿Su función? El objetivo es captar la energía reactiva del ambiente y “mágicamente” hacen bajar hasta un 10% del consumo energético.
El experto en ciberseguridad, Julio López, contó que este tipo de productos no sirve para economizar los gastos en un hogar. Sin embargo detalló: “Como toda estafa, está sostenida sobre algo que es real. En las industrias o empresas manufactureras, que tienen grandes motores detrás, se genera un pequeño ahorro por la corrección que hace, pero en casa, donde solo se tiene el motor de un lavarropas o de la heladera, no tiene ningún tipo de efecto”.
López señaló que no es el primer caso en el que aparecen este tipo de productos: “En España hubo un ajuste energético por una gran crisis que hizo que las tarifas sean muy caras, por lo que empezaron a vender estos aparatos fraudulentos, los mismos que ahora llegan a la Argentina”.
“Fue genial porque habían generado notas falsas en diarios. Eran alemanes que habían hecho una pseudopatente con esto”, sostuvo.
“Ahorrador de gas”: peligroso e ilegal
También marcó que aparecieron varios casos de publicaciones en redes sociales donde ofrecen un trabajo para que “ahorres luz y gas”.
“Tocar un medidor, ponerle algún tipo de artilugio para hacer un bypass es ilegal y peligroso. Además, la persona que va a hacer este trabajo a tu casa no es de confianza y lo que esa persona haga vos difícilmente vas a poder denunciarlo”, indicó López.
Un producto que sí sirve para ahorrar energía
Para el ahorro de energía sí existe un producto que puede resultar eficiente para los artefactos -como la televisión, el aire acondicionado, la play station- que usan energía en stand by.
Es una especie de toma corriente que se maneja a través del celular y se enchufa a una zapatilla a la que se conectan todos los electrodomésticos. Desde el teléfono, cada persona puede manipular cuándo se habilita la energía y en qué momento “se corta”. El experto en ciberseguridad contó que en su casa lo desactiva a la noche, cuando nadie utiliza esos artefactos.
