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Un viaje trágico

Vivían el viaje de sus sueños hasta que una lancha los chocó: él murió y no encontraron culpables

Juan Carlos Miguel tenía 80 años y desde que se jubiló comenzó a recorrer distintos destinos junto a Marta, su esposa desde hace más cincuenta años, hasta que un trágico accidente cobró su vida y desde entonces su familia vive un calvario

03 Septiembre de 2023 10.06

Juan Carlos y Marta criaron a sus cuatro hijos, disfrutaron a sus nietos y después de muchos años de trabajo se jubilaron y comenzaron a viajar: recorrieron varios destinos y planeaban seguir haciéndolo, pero un accidente en República Dominicana frustró todos sus sueños: una lancha los chocó mientras realizaban una excursión y Juan Carlos murió. Desde entonces su familia vive un calvario ya que nadie les dio una respuesta ni un responsable.

Tras el accidente pasaron días sin que nadie supiera qué había sucedido con el hombre de 80 años; su hijo y su nuera llegaron a aquel país y denunciaron que fueron controlados a cada paso. La esposa, de 74, se encontraba internada con fracturas en todo el cuerpo y la situación era desesperante.

Fue el 21 de junio cuando cambió la vida de la familia Miguel: Juan Carlos y Marta, una pareja oriunda de Daireaux, un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, se encontraba realizando una excursión dentro del complejo en el que se estaban hospedando en la comunidad de Bayahíbe, La Altagracia. “Ellos contrataron un paseo en la playa. A la ida fue todo muy bien, despacio y tranquilo, pero a la vuelta todas las lanchas empezaron a volver a mil por hora porque tenían que buscar más gente”, detalló Agustina Miguel, hija del matrimonio.

Así quedó la lancha tras el accidente. (Foto: Diario Libre)

“En medio de esa locura, una lancha los chocó de atrás, se subió a la de ellos y a mi papá lo aplastó. Mi mamá quedó con cinco costillas rotas y la muñeca quebrada. Fue tanta la violencia del impacto que en ese momento a ella le pareció que era un atentado”.

Tras el choque, los trabajadores les dijeron a los pasajeros que se tiren porque la lancha se iba a hundir: “Había gente que tenía salvavidas, pero otras que no. Mi mamá tenía, pero tragó muchísima agua hasta que logró salir gracias a que le tiraron una soga desde otra lancha y la llevaron a una clínica en La Romana, a más de 100 kilómetros de ahí”, continuó.

En medio de la preocupación por la recuperación de Marta, seguían sin tener noticias sobre el paradero de Juan Carlos. “Recién al cuarto día logramos tener el contacto de la mano derecha del ministro de Salud que les confirmó que mi papá había muerto y que su cuerpo se encontraba en una funeraria de Santo Domingo, a 250 kilómetros de allí, porque en la morgue no había lugar”.

Ante este panorama desolador, la cuñada de Agustina se contactó con la Embajada Argentina, pero recibió una respuesta insólita.

 “Ella quería pedirles un representante legal y le dijeron que no podían hacer nada porque había un pacto de amistad entre los dos Estados”.

Ellos tuvieron que dedicarse a buscar información sobre el accidente, pero no encontraban nada. No se hicieron pericias en el lugar, nadie fue llamado a declarar y si bien se sabe quién es el conductor que manejaba la lancha que chocó al matrimonio, nunca fue citado. La hija de la pareja denuncia que levantaron todos los restos del accidente e hicieron como que “no pasó nada”.

Es por eso que, desde Argentina, busco más data y logró contactarse con un joven policía español que estuvo presente en el momento del accidente. “Él estaba al lado de mis papás y gracias a él supe que mi papá quedó abajo de la lancha. Después de un tiempo, en medio de la desesperación, lo vio que estaba tirado y nadie lo asistía, entonces se subió y empezó a hacerle primeros auxilios”, agregó.

“Ahí vio que le salía espuma de la boca y nadie del lugar lo atendió. Este chico no recuerda cuánto tiempo pasó en medio de la locura hasta que alguien lo ayudó a pasarlo a otra lancha donde había una doctora y estuvieron haciéndole RCP. De ahí lo alcanzaron hasta la costa y se lo llevaron. A partir de ahí no se supo nada más”, explicó la hija del matrimonio.

Luego de varios días y con la autorización de los médicos, Marta, su hijo y nuera podían regresar a la Argentina. Antes preguntaron sobre el cuerpo de Juan Carlos y la respuesta los sorprendió: “Les dijeron que no le habían hecho la autopsia todavía, pero que apenas lo hagan lo iban a cremar y enviar a nuestro país”, detalló Agustina. Con esta noticia, la familia tuvo que emprender viaje igualmente, pero otra increíble situación los volvió a preocupar. “Ese día aparecieron estos policías en el hotel para decirles que los llevaban al aeropuerto. Mi hermano se negó, pero cuando llegaron los volvieron a ver allá. Hasta que el último momento que estuvieron ahí fue toda una odisea”, lamentó.

La autopsia finalmente se realizó y arrojó que Juan Carlos murió por una contusión toráxica y un golpe en el cráneo a las 20:00 hs. El accidente ocurrió cerca de las 16, pero nadie sabe qué sucedió en ese lapso de cuatro horas.

Los restos del jubilado fueron repatriados recién el 8 de agosto, luego de un mes y medio del accidente.

“Los dominicanos se manejan a dos tiempos, por eso tardaron tanto. Nos decían que nos quedáramos tranquilos, que la funeraria a donde habían llevado a mi papá era muy seria, pero hoy, con todo lo que pasó, hasta tengo dudas de si las cenizas que enviaron son realmente de él”, finalizó Agustina.

Juan Carlos y Marta de paseo en lancha. (Foto: gentileza Agustina Miguel)