Alphabet, compañía matriz de Google, presentó esta semana una demanda contra Match Grup, propietaria de Tinder, en la que acusa a empresa desarrolladora de la app de citas de haber actuado de mala fe y de incumplimiento de contrato al haber provocado una disputa por las políticas del Play Store.

La firma dueña de Tinder había denunciado en mayo al gigante tecnológico por impedir a las apps la facturación por medios alternativos al del Google Play Store. Este contraataque implica un nuevo giro en el juicio que ambas empresas mantienen desde principios de 2022.

En la demanda presentada en un tribunal de California, Google alegó que Match Group quiere aprovecharse de la plataforma de distribución de Google Play y eludir las comisiones de Google: “Match Group afirma que Google Play solo proporciona el procesamiento de pagos. Eso no es cierto. Google Play proporciona herramientas y una plataforma de distribución global que le ha permitido prosperar y construir una exitosa red de usuarios que es fundamental para sus aplicaciones de citas”.

Además, la empresa creadora del principal buscador de internet exigió a los dueños de Tinder una compensación monetaria y pidió a la Justicia una sentencia que prohíba permanentemente a Match Group subir su aplicaciones al Google Play Store.

Según Alphabet, la negativa a pagar las tarifas de uso y cumplir con las nuevas políticas de facturación colocan a Match Group en mejor posición que otros desarrolladores de aplicaciones que respetan los acuerdos y compensan a Google por los ganancias y la acusó de aprovecharse del alcance que ofrece la plataforma de Google sin adherirse a sus reglas.

Por su parte, Match Group expresó que la contrademanda es “un ejemplo de cómo un monopolio utiliza su poder para asustar a otros desarrolladores y someterlos” y agregó que la cuestión principal es que “las políticas de Google en Play Store son anticompetitivas”.

Las razones por las que Tinder había demandado a Google

Match Group, operadora de las aplicaciones Tinder, Match, OkCupid, Plenty of Fish, y Hinge, había acusado a Google de tener demasiado control sobre el mercado de aplicaciones de Google Play y de utilizar tácticas anticompetitivas para mantener su dominio sobre ese ecosistema.

El fabricante de aplicaciones ha estado buscando desde hace tiempo una baja en las comisiones de la plataforma. Además, propuso utilizar su propio sistema de pagos dentro de la app para no verse obligado a utilizar la infraestructura de pagos de Google Play, algo que la empresa creada por Larry Page y Serguéi Brin no permite.