El partido que el club Martín Ferreyra de Malagueño y Rumy jugaron por la quinta división de la Liga de Punilla, en Córdoba, terminó en un escándalo cuando los integrantes de ambos equipos se trenzaron en una pelea que también involucró a algunos padres que se metieron a la cancha. En ese marco, un juvenil de 16 años recibió una brutal golpiza y terminó con una fractura en el rostro, por lo que deberá ser operado.

Todo ocurrió el último sábado, en la cancha de Rumy, en la localidad de La Calera. Iban 15 minutos del segundo tiempo del partido correspondiente a la categoría 2005-2006 cuando se desató una pelea entre dos jugadores. Todo comenzó con empujones pero pronto se armó un tumulto generalizado. Hubo corridas, insultos, golpes de puño y patadas.

Lejos de calmarse, la violencia fue agudizándose y la situación se tornó aún más grave cuando algunos padres y allegados entraron a la cancha y se sumaron a la pelea.

Producto de los golpes que recibió, un juvenil de 16 años que juega en Martín Ferreyra de Malagueño sufrió una fractura de tabique y requerirá una cirugía reconstructiva.

“Han intervenido padres que han entrado a la cancha, no sabemos quién lo ha golpeado, si un padre o un chico del fútbol”, dijo la madre del joven agredido en comunicación con El Doce.

En tanto que Ariel Toledo, padre de un compañero del jugador atacado, confirmó a Cadena Centro FM que ya se ha realizado la denuncia correspondiente por la agresión y que se espera poder identificar a la persona que lo golpeó para determinar si es mayor de edad.

Los serios incidentes obligaron a suspender el partido entre Martín Ferreyra de Malagueño y Rumy, y se espera la resolución de parte de la Liga de Punilla.

Balearon a un árbitro durante un partido de fútbol en Tucumán: el agresor está prófugo

Un árbitro fue baleado en un encuentro de fútbol amateur en la localidad de Yerba Buena, en la provincia de Tucumán, y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital.

El hecho sucedió al finalizar el primer tiempo del partido: Oscar Antonio Pérez, de 48 años, estaba sentado en una mesa descansando en el entretiempo y cuando sintió que gritaban su nombre desde el alambrado se acercó.

Luego de intercambiar palabras con el hombre, que aún no fue identificado, y de mirar por un instante su celular, el árbitro recibió dos disparos.

Tras el hecho, el atacante huyó en motocicleta entre los cañaverales y ahora es buscado por la policía. La organización del torneo aclaró que este hombre “no tiene que ver con la organización del campeonato”.