Acostumbrados a madrugar, el jefe de gabinete, Juan Manzur, y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se reunieron hoy bien temprano en la Casa Rosada. Durante el cónclave, el mandatario chaqueño redobló la presión sobre el Gobierno en nombre de las diez provincias del Norte grande, que sin cuestionar su alianza con el Poder Ejecutivo reclaman mejoras económicas y el “fin del centralismo porteño”.
Capitanich reiteró el reclamo para un mayor subsidio del transporte público en las provincias norteñas que se incluiría en el presupuesto 2022 y una ley de emergencia del Transporte, además de rebajas en el pago de energía. “En el norte las temperaturas son más altas, consumimos más energía y pagamos más, mientras que en la Patagonia cuando hace más frío y consumen más pagan menos, queremos un criterio equivalente”, argumentó Capitanich la exigencia. El chaqueño visitó la Casa Rosada un día después de reunirse, junto a varios de sus pares provinciales, con el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y el titular del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, y distintos ministros.
La reunión con Manzur se sumó al escrito que Capitanich presentó el sábado pasado en nombre de los gobernadores del norte (mayoría peronista más Jujuy y Corrientes, gobernadas por la UCR). En el informe afirmó que el objetivo común “reivindicar la defensa irrestricta del federalismo y las postergaciones sufridas por nuestras provincias a lo largo de nuestra historia”, según reza el inicio del documento de 14 carillas. Además de reiterar que pagan las tarifas de transporte, combustible y energía “más altos del país”, Capitanich reclamó “un plan de infraestructura de carácter integral” que se viabiliza a través del Ministerio del Interior, y que hizo recordar al fenecido plan Belgrano, ideado durante el gobierno de Cambiemos y que finalmente nunca arrancó.
“Necesitamos avanzar más rápido”, escribió el gobernador de Chaco en ese informe, aunque en Casa Rosada, y ante una pregunta, concedió que la presencia de Manzur en el Gobierno “ayuda” a viabilizar los reclamos. “Es importante entender que un gobernador en ejercicio sabe muy bien lo que significan las demandas y la realidad del norte grande”, dijo Capitanich, que el sábado le cedió a su par de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, la presidencia del bloque de gobernadores.
En el texto, consensuado luego con sus pares, Capitanich había sido mucho más duro. “No podemos mendigar por plantas de biocombustibles que aprovechen la producción de caña de azúcar, maíz y soja. No podemos mendigar por la radicación de frigoríficos con base exportadora para procesar nuestras cadenas cárnicas e industrializar el valor agregado en origen. No podemos mendigar por una reparación histórica que nos merecemos en obras de infraestructura y en precios diferenciales para nuestro desarrollo”, escribió el mandatario chaqueño.
El traslado de la capital del país
Luego de elogiar el “crecimiento de 10 por ciento que tendremos este año”, Capitanich retomó la “idea”, planteada ayer por el Presidente en su visita a Tucumán, de “trasladar la Capital al norte del país”. “Nos encantaría”, dijo con una sonrisa el ex jefe de gabinete de Eduardo Duhalde y Cristina Kirchner, para luego aclarar con el mismo tono irónico que “debería ser Chaco” la elegida y que “no hay plan B” para esa eventual elección. Más serio, evaluó que es un tema que “siempre da lugar para la polémica”, pero reiteró que “es necesario construir un país federal” lejos del “centralismo porteño”, un caballito de batalla que comparte con sus colegas de las demás provincias del norte argentino.
De buen humor, Capitanich intercambió unas palabras con la portavoz Gabriela Cerruti, quien intentó varias veces dar por terminado el encuentro con la prensa, y hasta opinó sobre el retiro del futbolista Sergio Kun Agüero. “Ha hecho una trayectoria extraordinaria, y se merece un gran reconocimiento del pueblo argentino” dijo el gobernador antes de dejar en claro que las demandas de las provincias siguen vigentes.
